El dolor de la articulación temporomandibular (ATM) es un trastorno común que afecta a la mandíbula y los músculos que la rodean. Puede causar molestias y limitaciones en la capacidad de hablar, comer y realizar actividades cotidianas.

El dolor de mandíbula y el mal funcionamiento de la articulación temporomandibualar  puede tener diversas causas. Las más habituales son:

1. Disfunción articular: Los problemas en la articulación, como por ejemplo el desplazamiento del disco articular, la luxación meniscal completa o subluxación meniscal, la artritis, el trauma, pueden ser causantes de no poder abrir correctamente la boca, así como de los ruidos en la articulación tipo click y del dolor al comer o incluso en reposo.
2. Sobrecarga muscular: La tensión excesiva o el estrés en los músculos de la mandíbula, el cuello y la cara pueden generar dolor y rigidez en la ATM. En este apartado hablaríamos del bruxismo (apretamiento o rechinar de dientes), tanto durante el día como durante la noche.
3. Factores estructurales: La maloclusión dental (los dientes no encajen en la posición correcta) o los problemas estructurales en la mandíbula (meniscos fuera de lugar…)pueden contribuir al dolor de la ATM.

Los síntomas más comunes asociados con el dolor de mandíbula son:

1. Dolor facial: Dolor en la cara, frente, ojos que puede ser agudo, punzante o constante, y puede afectar a áreas como la mandíbula, el oído, las sienes o los músculos faciales.
2. Dificultad para abrir o cerrar la boca: Algunas personas pueden experimentar dificultad para abrir o cerrar completamente la boca debido al dolor y la rigidez en la ATM.
3. Chasquidos o crepitaciones: Pueden ocurrir ruidos o sensaciones de chasquidos, crepitaciones o bloqueo al abrir o cerrar la boca.
4. Dolores de cabeza y cuello: El dolor de la ATM puede irradiarse hacia la cabeza y el cuello, causando cefaleas o dolor cervical.

Es fundamental una buen diagnóstico para poder realizar un buen tratamiento  Por ello, lo primero de todo es realizar una evaluación exhaustiva para identificar la causa que está provocando el dolor y diseñar un tratamiento individualizado basado en:

1. Terapia manual: Las técnicas de terapia manual, masajes, movilizaciones articulares y estiramientos, para mejorar la movilidad de la ATM y reducir el dolor y la rigidez muscular.
2. Ejercicios funcionales y activos por parte del paciente, ejercicios específicos para mejorar la estabilidad de la mandíbula, calidad de movimiento, percepción de la mandíbula reduciendo así los síntomas de la ATM.